Marshall escribió un ensayo sobre
ciudadanía con el título de “Ciudadanía y clase social” publicado en 1950. En
este ensayo analiza el desarrollo de los:
Derechos civiles: Se
incluyen los derechos necesarios para la libertad individual, como el derecho
al libre pensamiento a la expresión, y con los tribunales de justicia como instrucciones
ligadas.
Derechos sociales: Caracterizados
por el derecho a la seguridad y a un mínimo bienestar económico al de compartir
plenamente la herencia social y a poder vivir la vida de un ser civilizado
conforme a los estándares predominantes en la sociedad, ligado esto a la
educación y a los servicios sociales.
Derechos políticos: Entiende el derecho a participar en la política como miembro de un cuerpo investido de autoridad política o como elector de sus miembros. (Ej: El parlamento y las juntas del gobierno local.)
La ciudadanía para Marshall se identifica con el ideal de sociedad política. No es un derecho del hombre. Se trata de un estatus, una condición que pone los límites a la distribución de derecho, excluyendo a los extraños de la comunidad. Habla de una idea de sociedad más igualitaria, un proyecto a futuro, una tarea de las sociedades modernas, que ya han adoptado en sus agendas políticas desde hace mucho.
Algunas de las críticas las han abordado:
-Moore que criticó a Marshall por haber mostrado la
evolución de los derechos como algo que sucedió de manera suave y sin
conflictos sociales
-Bryan Turner que
criticó que en Marshall no existió una sólida reflexión en torno a los derechos
culturales que hay que incorporar en cualquier teoría emergente en torno a la
ciudadanía.
-Michael Mann que
criticó a Marshall, porque para él, el desarrollo de la ciudadanía no ocurrió
de manera apacible, sino que ocurrió por medio de luchas políticas y
revoluciones sangrientas.
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